En la BIO de hoy vamos a hablar de uno de los tipos clave en la historia del Jazz.
Y no solamente por ser un grandísimo músico, que también. Fue el padre musical, de músicos gigantes y sobre todo, del más gigante de todos, Louis Armstrong.
Lideró las cenizas de la Creole Jazz Band que Freddie Keppard llevó a lo más alto.
Un miembro destacado de la realeza del género. Hoy hablamos de Joe King Oliver
Joseph Oliveer nace en Abend, Louisiana el 19 de Diciembre de entre 1881 y 1885 MAPA
ya sabéis que esto de las fechas en esta historia…pues eso.
Pero al quedar huérfano de madre, pronto se trasladaron a Nueva Orleans, donde fue criado por su hermanastra.
Desde bien pequeño aprendió a tocar el trombón y después se pasó a la corneta, instrumento que adoptó para el resto de su carrera, mientras se buscaba la vida en trabajos propios de su condición en aquella época, donde el racismo era patente en cada esquina.
A los 11 años ya apuntaba maneras. No en vano, se cria escuchando a los grandes cornetistas de inicios de siglo, Buddy Bolden, Freddy Keppard, Manuel Pérez…Así que se anima y se enrola en una banda de niños.
Banda cuyo director, solía llevar de gira por los estados adyacentes. Certámenes, concursos de bandas o incluso actuaciones en otros centros.
En una de aquellas giras, Joe se metió en un problema con unos muchachos. Tenía un carácter curtido en las calles más peligrosas de Nueva Orleans con lo que era habitual encontrarle metido en algún lío.
En uno de esos, tras una gran pelea, Joe Oliver casi pierde el ojo izquierdo. De hecho, le quedó una cicatriz muy marcada que lo acompañó durante toda su vida.
Enseguida empezó a destacar como cornetista y tocó con varias de las orquestas de Nueva Orleans en algunas actuaciones.
Incluso llegó a tocar en la Olympia Band, que era la banda del momento a finales de la primera década del siglo XX.
Pero a pesar de ser un gran cornetista y empezar a sonar como alguien a tener en cuenta, no podía permitirse vivir solo de la música, con lo que compaginaba sus actuaciones con todas aquellas bandas en celebraciones, funerales y desfiles, con trabajos en los muelles de carga o como mayordomo.
Se pasó así casi una década donde pudo conocer y relacionarse con los mejores músicos del momento y sobre todo, los que estaban apareciendo y que después serían sus compañeros de viaje. Dutrey, los hermanos Doods, Kid Ory…menuda cuadrilla!
En 1911, tras dejar Freddie Keppard la Olympia Band, el violinista Pirón, que se quedó a cargo de la banda, contrató a Oliver como cornetista principal. Sustituyendo nada menos que al Rey Keppard.
Tocó con las bandas más importantes. Incluso con la de Kid Ory, Joe Oliver pulió mucho su técnica y su estilo. Aprendió lo que era tocar en una banda de Hot Jazz y pudo dar rienda suelta a su creatividad como músico.
Aportó a la forma de tocar aquella música un montón de sordinas con las que enriquecía sus frases en diferentes ocasiones.
Con un sonido peculiar, casi terroso armaba sus fraseos con una facilidad pasmosa, era un excelente improvisador, condición indispensable para hacer aquella música.
Y siguió tocando y compaginando trabajos durante el día y actuaciones en los establecimientos de Storyville. Y ganando presigio y finura en su fraseo melódico. hasta que a la altura de 1917 ya estaba asentado como el mejor cornetista del momento. El nuevo Rey tras Freddie Keppard.
Cuenta la leyenda que eran habituales las batallas del cornetistas y en una de ellas, junto a Keppard y Manuel Pérez, Joe Oliver se hizo con el título de Nuevo Rey de la Corneta.
Recordamos que 1917 fue el año en que prohibieron los prostíbulos y los garitos de mala muerte en Nueva Orleans provocando el éxodo de la mayoría de músicos que se ganaban la vida, básicamente en esos garitos.
Y Joe Oliver fue uno de aquellos músicos. que tras ser llamado por Bill Johnson, el bajista que antes había contado con Keppard para montar su banda Creole en Los Angeles, no dudó en trasladarse a Chicago junto a su amigo el clarinetista Jimmy Noone.
Y tocó con aquel proyecto hasta que Lawrence Duhe, que era el líder junto a Bill Johnson, decidió abandonar el proyecto. Así que Joe Oliver se animó a recoger el legado y liderar su propia banda con el resto de músicos que quedaban y los que añadiría.
Renombró a la banda que pasó a llamarse King´s Oliver Creole Jazz Band. Y le acompañaban Johnny Dodds al clarinete, el propio Bill Johnson al bajo, Honoré Dutrey al trombón y Lil Hardin al piano.
Y se fueron a recorrer el país durante un par de años en los que fueron agregando algunos músicos. Entre ellos,Bud Scott al banjo y , Baby Dodds, hermano del clarinetista, se quedó como fijo en la formación. Ahora tenía una banda brillante, con el rey de la corneta liderando el cotarro.
Pero le faltaba algo y quiso innovar de alguna manera.
Se acordó de un joven muchacho que conoció trabajando en los muelles de Nueva Orleans y que desde muy joven ya tocaba la corneta de manera seria.
Aquel joven era Louis Armstrong. Años antes, el propio Oliver recomendó a Kid Ory que le fichase para su banda cuando este la abandonó. Así en 1922 escribió un telegrama ofreciéndole enrolarse en la Kings Oliver Creole Jazz Band como segundo cornetista. Segundo cornetista!!!
Aquello no era en absoluto habitual. Los cornetas eran los que llevaban el peso de las actuaciones y tener a alguien al lado que haga sombra al Rey…pues como que no se llevaba.
Pero King Oliver era así. Armstrong tenía 21 años y aún seguía en Nueva Orleans destacando como el mejor. Pero allí ya no quedaba casi nadie. La capital del Jazz era Chicago. Y Oliver vio una oportunidad para que su banda fuese eterna ya que él ya tenía más de 35 años y no tardaría mucho en perder aquel punch necesario para destacar en el Hot Jazz.
Armstrong, a partir de este momento, se convirtió en una leyenda que reinó durante 5 décadas. Pero eso será en otra BIO.
Volviendo a la banda de Oliver, con Armstrong en sus filas, aquello ya era una barbaridad. El éxito fue arrollador cuando volvieron de la gira a Chicago. El joven Louis acompañaba de manera brillante a King Oliver e incluso tenía sus propios momentos en los que podía soltar su magia con sus solos de corneta incendiarios.
Y Oliver además, adoptaba la figura de líder maduro de la banda acogiendo a sus discípulos y forjando sus futuras carreras a la vez que la música Jazz.
Y fue en abril de 1923 cuando Joe King Oliver y sus muchachos debutan en la industria discográfica entrando a grabar un ramillete de temas que se convirtieron en los standards, en la guía, en el paradigma, en las tablas de Moises del sonido Nueva Orleans, del Hot Jazz.
Aquel grupo de músicos dejaron un legado impagable grabando para Gennett, 37 temas entre las que se encuentran Dippermouth Blues, Canal Street Blues, Snake Rag o Riverside Blues entre otros pilares de los standards del Jazz.
Aquello marcó el devenir de la banda. De hecho, en 1924 se disolvió. La tensión y los desacuerdos económicos provocaron que los hermanos Dodds abandonaran la banda y acto seguido, Armstrong sorprendía a su mentor anunciando su marcha junto a su reciente esposa, la pianista Lil Hardin, la cual, al descubrir el talento tan brutal de Louis, le convenció para que levantase el vuelo y se preparase para liderar la música Jazz en las siguientes décadas.
Con esto, Oliver se vio abandonado y en 1924 solo grabó dos tomas con su amigo el pianista Jelly Roll Morton de quien hablamos en este otro video.
Meses después, Oliver formó una nueva banda a la que llamó los Dixie Syncopators para cubrir un contrato que le había salido como residentes en el Plantation Caffé de Chicago.
En 1926 grabó con aquella banda, que contaba con músicos como Kid Ory, Albert Nicholas, Barney Bigard o el pianista Luis Russell. En las últimas grabaciones de ese año incluso cuenta con Omer Simeon al clarinete o Paul Barbarin a la percusión.
Tras una breve gira, en 1927, Oliver cometió el error más grande de su vida. Mientras los Dixie Syncopators tenían un contrato con el Savoy Ballroom en Chicago, le ofrecieron ser la orquesta residente del Cotton Club, pero en Nueva York. Por aquel entonces, aún no lo era, pero Nueva York estaba remplazando a Chicago como la ciudad más importante para el Jazz.
Pero a Oliver no le pareció una oferta atractiva y la declinó. Y quién se quedó con el puesto en Nueva York, un tal Edward Kennedy Ellingtong, a la postre, el inmenso duke Ellington, Y fue un error porque a las dos semanas se acabó el contrato en el Savoy y una vez más Oliver se vio obligado a deshacer su proyecto.
Grabó algunos temas más bajo su propio nombre, incluso el famoso West End Blues que días después, Louis Armstrong regrabaría con su banda para convertirlo en inmortal.
Poco más tarde vuelve a los estudios, esta vez de la mano de Victor que le ofrecieron un contrato para grabar unos cuantos discos.
Y juntó una orquesta de 10 o 12 músicos con los que grabaron varias canciones. Pero Oliver ya no era el mismo. En 1929 llegan el crack de la bolsay la gran depresión posterior, llevaron a Oliver al vivir unos finales años de su vida en una situación no digna para el nivel de su figura.
Nunca dejó de tocar tanto como solista para otras bandas, incluída la de Clarence Williams, como con sus propias bandas para grabar con Victor Records hasta que aquel contrato también se cayó.
A partir de ahí, algunas giras que no salían rentables, contratos incumplidos y un problema en la dentadura que le alejaban cada vez más de la gran figura que había sido unos años atrás.
Hasta que en 1935 no pudo tocar más la trompeta a causa de la pérdida de los dientes debido una enfermedad de las encías. Aquello, unido a su edad y la situación económica, le obligó a trasladarse a Savannah, Georgia donde acabó sus días en bancarrota, casi olvidado yviviendo de lo que sacaba en un puesto de frutas y como conserje en una piscina.
La leyenda se escribiría después, pero la verdad, imaginad lo que fue para este hombre, que lo había sido todo, que había marcado una época, que era el padre artístico de grándisimas figuras, acaba olvidado como un paria.
Entre otras cosas porque se negó a que le ayudasen, rechazando incluso la ayuda de Armstrong. Cosas veredes amigo sancho… Así que sin dentadura, con arterioesclerosis que no podía tratarse por su situación económica, falleció en una casa de huéspedes el 8 de Abril de 1938.
Un nuevo rey había muerto. El Rey King Oliver había dejado este mundo para siempre.
Unos años después, varios músicos homejaron a Oliver llevando a los escewnarios sus grabaciones más icónicas. Si hubiese vivido solo unos años más, podría haber visto su propia y marcada huella en la historia del Jazz. Pero no pasó.
Espero que os haya gustado la historia de Joe Oliver, importantísima figura de la historia del Jazz y padre artístico del gran Louis Armstrong. Nos vemos en la siguiente entrega de las Biografías de los pioneros del Jazz que puedes encontrar en el feed de nuestro blog en crazyjazzers.com.
Y si te apetece compartirlo….pues ya sabes, nos haces un gran favor. Salud!!